jueves, 13 de agosto de 2009

DERECHOS DE LOS NIÑOS




¿Qué significa tener derecho a la educación?

Significa que ningún niño o niña puede ser
excluido del sistema educativo. Es decir, el
Estado chileno debe garantizarles una
Enseñanza gratuita y de calidad
junto con recibir
un trato digno en la escuela. La Convención
Internacional sobre los Derechos del Niño, que
Chile ratificó en 1990, establece cada uno de
estos derechos.

¿Quiénes tienen derecho a educarse?

Todos los niños, niñas y adolescentes, sin
importar su género, etnia, religión, clase social o
capacidad intelectual.

¿Estudian todos los niños en Chile?

No. Lamentablemente todavía hay 162 mil
niños y adolescentes entre 7 y 17 años que no
estudian. Si bien el 98.9% de los niños está
incorporado a la enseñanza básica obligatoria,
durante la enseñanza media cerca de 140 mil
adolescentes abandonan el liceo, principalmente
en los sectores más pobres. La cobertura
preescolar en niños de 3 a 5 años sólo alcanza
el 42.3%. (Encuesta CASEN, 1998)

¿Aprenden todos los niños en Chile?

No. Según el Sistema de Medición de la Calidad
de la Educación (SIMCE), aunque los resultados
de aprendizaje han ido mejorando, una
importante cantidad de estudiantes no logra
adquirir los conocimientos que se espera de ellos.
Por ejemplo, el SIMCE’99 de 4º año básico
mostró que uno de cada tres alumnos en
matemáticas y uno de cada cinco en lenguaje,
no alcanza los objetivos de aprendizaje mínimos.

¿Qué es una educación de calidad?

Lograr que los niños desarrollen su personalidad,
sus aptitudes, capacidades intelectuales y prácticas
hasta el máximo de sus posibilidades. Una
educación de calidad les enseña a respetar la propia
identidad cultural, los derechos humanos, a convivir
armónicamente con su comunidad y los prepara
para enfrentar los desafíos de su vida futura.

¿Qué es una buena escuela?

Más que grandes edificios y matrículas caras, una
“buena escuela” es aquella que se compromete
a que todos sus alumnos aprendan
, es aquella
que no expulsa a sus niños, que no selecciona
en su admisión a los más capaces o a los que
tienen mayores recursos económicos, respeta la
dignidad de los niños e integra a los padres en el
proceso de formación de sus hijos.

¿Cuáles son los deberes de la comunidad educativa?

El Estado… tiene el deber de adoptar las medidas
administrativas, legales y económicas necesarias
para que todos los niños ejerzan en igualdad de
oportunidades el derecho a la educación.
Los padres… tienen el deber de involucrarse
en la educación de sus hijos, ayudarlos en su
proceso de aprendizaje, participar en la escuela,
mantener una comunicación fluida con los
profesores y apoyar en el hogar el trabajo
formativo de los maestros. Los pocos estudios o
la falta de tiempo, no pueden ser un obstáculo o
una excusa para que los padres cumplan con su
rol de velar por la buena educación de sus hijos.
Los profesores… tienen el deber de entregar
sus conocimientos de manera didáctica, sacar
adelante a todos sus alumnos, educarlos en la
comprensión, la igualdad y la tolerancia, respetar
todos sus derechos e integrar a los padres en el
proceso de formación. Nada justifica que estos
deberes, o parte de ellos, sean abandonados
por los maestros.

Los alumnos… según su nivel de desarrollo,
tienen el deber de aprovechar las oportunidades
dadas por el sistema educativo con el fin de
mejorar su propia calidad de vida y la de su
comunidad. Participar en el proceso de
aprendizaje es un derecho irrenunciable, que debe
ser ejercido por todos los niños, niñas y
adolescentes.




¿Cuáles son los mitos sobre la educación?

“Es bueno que los colegios seleccionen en
su admisión a los más capaces, así como la
PSU selecciona a los mejores alumnos para
acceder a la universidad...”


No. Seleccionar a los niños según sus
capacidades es una aberración. Cada vez que
un niño es rechazado en su ingreso, la escuela
está renunciando a su mandato esencial de
educar a todos los niños independiente de sus
condiciones. El verdadero desafío de las
escuelas es incorporar alumnos sin ningún tipo
de distinciones.

“Los alumnos se ven perjudicados al
compartir la sala con niños que tienen
problemas de aprendizaje...”


No. El profesor debe ser capaz de apoyar a cada
niño según sus diferentes ritmos de aprendizaje.
Además, para los niños que aprenden más rápido,
compartir y ayudar a sus compañeros que tienen
dificultades es una experiencia formativa de
enorme valor. Tener escuelas que concentran a
los niños que son expulsados por problemas de
conducta o rendimiento es una forma de condenar
a esos niños anticipadamente al fracaso.

“Las expulsiones son necesarias para
limpiar las escuelas…”


No. Expulsar a un niño es un acto violento que
pone en riesgo la permanencia del alumno en el
sistema educativo y no ayuda a solucionar el
problema. Así como un niño desobediente o
contestador nunca es expulsado de su familia, un
niño desordenado o que no obtiene los
rendimientos que se esperan no puede ser
marginado del sistema escolar. Las escuelas tienen
la obligación ética de buscar soluciones que no
interrumpan el proceso formativo del alumno.

“Es bueno que los niños repitan de curso
cuando no obtienen las calificaciones
exigidas...”


No. Está demostrado que los niños que repiten
no aprenden más por eso. Al contrario, el que
repite una vez tiene más probabilidades de
volver a obtener peores notas que el resto de
sus compañeros. Dejar a un niño repitiendo afecta
enormemente su autoestima y le separa de su
grupo de compañeros, perjudicando su proceso
de socialización.

¿Existe algún organismo que proteja a los niños y sus familias cuando sus derechos no son respetados por el sistema educacional?

Sí. La Oficina de Información Educativa y Cultural
(OFIEC) del Ministerio de Educación, canaliza este
tipo de reclamos y estudia alternativas de solución
en conjunto con el establecimiento educacional.

¿Qué está haciendo UNICEF con respecto a los derechos de los niños y sus
familias en educación?


Estamos trabajando para que los derechos de
los niños en el sistema educativo se cumplan, se
protejan y se conozcan.
El Estado tiene la obligación de que todos sus
niños y niñas estén en la escuela y de ofrecerles
una educación de calidad. Hemos organizado
seminarios junto al Ministerio de Educación para
tratar temas como la deserción en educación
media, la renovación de la profesión docente, los
factores de la inequidad en la educación básica,
la importancia de la educación preescolar, los
niños con discapacidad en la escuela, entre otros.
Para los padres y las familias, estamos
desarrollando jornadas de capacitación a
centros de padres y organizaciones comunales
en distintas regiones, para informar de sus
derechos en educación y fomentar conductas
más participativas.
Trabajamos para que las familias y la sociedad
civil conozcan y exijan estos derechos educativos
abandonando conductas conformistas o pasivas
frente a la educación. Para esto creamos una
“Guía de Apoyo para Padres y Alumnos”, que
entrega información para resolver los problemas
más frecuentes que afectan a los niños y
adolescentes en el sistema educacional.
También, apoyamos al Ministerio de Educación para
mejorar sus capacidades de recibir, sistematizar y
resolver denuncias de las familias relativas al
derecho a la educación en sus Oficinas de
Información Educativa y Cultural a lo largo del país.
Debemos erradicar del sistema escolar
prácticas discriminatorias o autoritarias. Para
esto hemos organizado encuentros sobre
Convivencia y Mediación Escolar para aprender
otras formas de enfrentar los conflictos al
interior de las escuelas que no sean
discriminatorias ni autoritarias.

Chile integró el primer grupo de países que ratificaron la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad

El Estado de Chile formó parte del primer grupo de países que el viernes 30 de marzo pasado firmaron la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, cuyo texto fue aprobado por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 13 de diciembre del 2006.


Clarisa Hardy, ministra de Planificación, fue la encargada de representar a nuestro país durante la ceremonia de ratificación que se desarrolló en la sede de la organización internacional en Nueva York (Estados Unidos). La delegación de Chile también estuvo integrada por Leonor Cifuentes, directora ejecutiva del Fondo Nacional de la Discapacidad (FONADIS) y Pamela Molina, consejera nacional de este organismo y representante social de las personas con discapacidad auditiva. Al ratificar esta Convención Internacional, las naciones se comprometen a introducir cambios legislativos y administrativos que promuevan la plena igualdad de oportunidades y no discriminación hacia las personas con discapacidad en áreas como salud, educación, empleo, protección social, accesibilidad y participación ciudadana. Una vez que el Congreso Nacional apruebe la vigencia de este acuerdo en el ámbito interno, el Estado de Chile tendrá que informar periódicamente a un comité especial de Naciones Unidas sobre el grado de avance en el cumplimiento de las disposiciones que contiene el documento. Además, el Protocolo Facultativo de la Convención establece un mecanismo formal para que las personas y organizaciones puedan presentar casos de discriminación o vulneración de derechos. EXCLUSIÓN SOCIAL Según informes de Naciones Unidas, en el mundo viven alrededor de 650 millones de personas con discapacidad lo cual representa el 10% de la población global. En relación a la población sin discapacidad, este grupo sufre con mayor fuerza la pobreza y la exclusión social. Lo anterior se refleja en que, por ejemplo, el 90% de la población infantil con discapacidad no asiste a la escuela y el índice de alfabetización en adultos de este grupo sólo llega al 3%. Los chilenos con discapacidad suman alrededor de 2 millones cien mil personas (12,9% de la población total), de acuerdo al Primer Estudio Nacional de la Discapacidad cuyos resultados fueron publicados en el 2004. En el ámbito educativo, se aprecia un grave déficit de acceso a la enseñanza de este grupo. Sólo una de cada dos chilenos con discapacidad ha completado la enseñanza básica, mientras que en la enseñanza media, solamente 1 de cada 5 terminó el ciclo. En la educación superior, sólo 3 de cada 50 personas con discapacidad han logrado acceder a ella y sólo el 2,6% de esta población logró finalizar su carrera en su universidad, instituto profesional o centro de formación técnica.

miércoles, 12 de agosto de 2009

La OMS define la discapacidad como:

“Un fenómeno multidimensional, resultante de la interacción de las personas con el entorno”...
En educación son las necesidades educativas especiales que estas personas puedan presentar en su proceso educativo; a considerar en la eliminación de barreras que limiten o imposibiliten su desarrollo, aprendizaje y participación .

En el país, existen aproximadamente 2.100.000 personas con discapacidad, de las cuales 238.539 se encuentran entre los 5 y 26 años. De este total, en la actualidad 157.000 estudian y aproximadamente 80.000 están fuera del sistema educacional.
Muchos niños, jóvenes y adultos con discapacidades físicas, psíquicas y múltiples, ven restringidas sus posibilidades de acceder a la educación.
Existen alrededor de 23.000 niños y niñas entre los 0 y 5 años con discapacidad. La cobertura escolar para este grupo etario es aún limitada y no cuenta con los recursos humanos y materiales necesarios para dar una respuesta de calidad a las necesidades educativas especiales de los niños y niñas.
El mayor porcentaje de personas con discapacidad son adultos entre 30 y 64 años. Para ello las oportunidades de educación permanente, de formación laboral, de nivelación de estudios o para adaptarse a su nueva condición son limitadas.

¿Me gustaria saber que opinas tu de esto que pasa en nuestro pais?

viernes, 7 de agosto de 2009

Las implicancias del concepto de Necesidades Educacionales Especiales

Las Necesidades Educacionles Especiales no se definen por las categorías diagnósticas tradicionales, sino por las distintas ayudas y recursos pedagógicos, materiales y/o humanos que hay que proporcionar para facilitar el desarrollo personal y proceso de aprendizaje de los alumnos y alumnas.
Las dificultades de aprendizaje y de participación que experimentan los alumnos, son de naturaleza interactiva. Esto supone que la evaluación y respuesta educativa han de considerar tanto las dificultades y potencialidades del alumno como de los contextos educativos, con el fin de identificar qué tipo de ayudas hay que brindarle, y que modificaciones es preciso realizar en dichos contextos para favorecer su desarrollo, aprendizaje y participación. Si bien, en el caso de las personas con discapacidad, existen ciertas necesidades especiales que se derivan de dicha condición, al margen del contexto en el que se desenvuelven, no es menos cierto que muchas dependerán de otras variables personales, educativas y sociales. Es importante, además, señalar que algunos aspectos que se derivan de su discapacidad hay que abordarlos desde el sector de la salud y no desde la educación, por lo que es fundamental una coordinación y trabajo intersectorial.
Las necesidades educativas especiales tendrán matices distintos en función de la respuesta y características de cada escuela, más necesidades educativas especiales generará en los alumnos.
Las necesidades educativas especiales además de relativas son cambiantes, ya que pueden variar en función de los avances del propio alumno y de los cambios de la enseñanza y entorno educativo .

miércoles, 29 de julio de 2009

Orientación para profesores

Tengo en mi clase un alumno con limitaciones auditivas
En Argentina, a raíz de la nueva ley contra la discriminación, el desarrollo de planes de integración y los implantes cocleares, que logran que los niños hipoacúsicos alcancen un buen nivel de audición, hay una creciente población de niños con limitaciones auditivas que ingresan a las escuelas primarias públicas.


No resulta sencillo integrar a un niño con necesidades especiales y ayudarlo en su desarrollo con el mismo ritmo educativo que les brinda a sus compañeros oyentes. La información sobre este tipo de problemáticas nos lleva, a maestros, profesores de sordos, psicólogos, psicopedagogos, a elaborar estrategias educativas que beneficien a todo el grupo, tanto niños oyentes como hipoacúsicos, respetando las posibilidades educativas que posee cada alumno.
Según recientes estadísticas uno de cada mil niños tiene problemas auditivos y son contados los casos de sordera total. La mayoría de los niños que sufren de esta limitación (sin problemas sobreagregados) pueden acceder a la comprensión del lenguaje por medio de un audífono o un implante coclear. Es necesario que todos los docentes se informen acerca de cómo trabajar con estos niños, y para ello el primer paso es el reconocimiento de la limitación y su grado de severidad.